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Descripción:
Es una lagartija pequeña con un tamaño máximo de 51 mm de longitud cabeza-cuerpo en las hembras y hasta 47 mm en los machos. La cabeza es corta y fuerte y algo aplastada. El hocico es puntiagudo y el cuerpo tiene sección cilíndrica. Posee las escamas del dorso y los laterales muy aquilladas, terminadas en punta. Las escamas del cuello son débilmente aquilladas, presentando un collar.
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Macho adulto de lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus) con coloración de celo
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El dorso suele ser de color gris ceniciento a pardo-verdoso y suele estar recorrido por cuatro líneas de un color crema, amarillento o verdoso. Aparecen también 3 líneas del mismo tono en cada lateral. También presenta manchas oscuras segmentadas. La coloración ventral suele ser blancuzca o blanco-amarillenta sin manchas o, en algunas poblaciones, con manchas oscuras en los laterales.
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Macho adulto de lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus) con coloración normal, una vez pasado el celo
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Las hembras suelen ser mayores que los machos, estos tienen los miembros y la cabeza más robusta y la cola más larga. Además en los machos, durante la época de celo aparecen coloraciones verdosas o amarillas intensas, que se dejan ver, también en las líneas longitudinales.
Los recién nacidos miden apenas 20 a 24 mm de longitud cabeza-cuerpo, midiendo la cola alrededor de 27 mm. Tienen escasamente 0,2 ó 0.3 gramos de peso al nacer.
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Los tomillares, cantuesares y berceales, son el hábitat preferido de la pequeña y discreta lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus), como este de El LLano Amarillo, único sitio dentro de los Montes de Valsaín donde la hemos localizado.
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Biología y ecología:
La verdadera distribución de la lagartija cenicienta central es aún poco conocida y está por definir, aunque se supone que está presente de manera interrumpida en la Sierra de Guadarrama (El Espinar como núcleo más occidental hasta ahora definido, bajando hasta Riopar en Albacete por el sur y subiendo hasta Andosilla (Navarra) por el norte. También falta en casi la mitad septentrional de la meseta norte.
En la provincia de Segovia, mantiene una distribución irregular por toda la provincia aunque dicha distribución total es desconocida, quizá por lo dificultoso de su muestreo, debido a sus hábitos discretos, pequeño tamaño y baja densidad.
En los Montes de Valsaín su presencia parece recluida únicamente al Llano Amarillo y alrededores de EL Robledo, habiendo sido encontrada en algunos prados a los lados de la carretera CL-601 (Segovia-La Granja), por debajo de La Atalaya, etc, por lo que pudiera estar presente en buena parte de la línea del piedemonte segoviano.
La lagartija cenicienta es un reptil que en los últimos años está siendo objeto de estudios moleculares, que ha llevado a los científicos a identificar, en lo que antes se creía una única especie, tres especies bien diferenciadas aunque todavía no se conozca completamente su distribución. Así se consideran la especie Psammodromus hispanicus (Lagartija cenicienta central) para la zona centro y, por tanto, la que a nosotros nos ocuparía, la especie Psammodromus edwardsianus (Lagartija cenicienta de Edwards) para las poblaciones orientales y posteriormente se ha considerado la especie Psammodromus occidentalis (Lagartija cenicienta occidental) para las lagartijas antes denominadas cenicientas más occidentales.
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Hembra grávida de lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus)
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Las lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus) y la lagartija cenicienta occidental (Psammodromus occidentalis) son las especies que presentan mayores problemas a la hora de ser identificadas y separadas entre sí. Ambas especies se distinguen fácilmente de la lagartija cenicienta de Edwards (Psammodromus edwarsianus) pues en ambas, la escama situada bajo el ojo (subocular) está en contacto directamente con la boca, sin presentar una escama del labio superior (supralabial), mientras que en la lagartija cenicienta de Edwards (Psammodromus edwardsianus), existe una escama encima del labio (supralabial) en contacto con la escama situada debajo del ojo (subocular).
Ademas la lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus) presenta menos ocelos, menos escamas ventrales, menos poros femorales y un hocico más redondo y con menos puntos (punteado) que la lagartija cenicienta occidental (Psammodromus occidentalis), lo que puede servir para separar ambas especies. Las tres especies parece que guardan diferencia entre sus coloraciones nupciales (siendo la más verdosa la occidentalis y la menos la edwardsianus) y el dimorfismo sexual que presentan, estando más emparentadas las Psammodromus hispanicus y edwarsianus que la occidentalis, que se habría separado de estas con bastante antelación.
Quizá la única lagartija con la que se podría confundir sería con un juvenil de lagartija colilarga (Psammodromus algirus), sin embargo, esta sólo presenta dos líneas dorsales longitudinales y la cola proporcionalmente mucho más larga.
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Macho adulto de lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus) desplazándose entre la vegetación rala a gran velocidad
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La lagartija cenicienta central gusta de zonas de baja o nula cobertura arbórea, sino más bien de cobertura rala o arbustiva, provista de tomillos, cantuesos, berceos, etc, prefiriendo suelos compactos y, en ocasiones, arenosos. Puede compartir hábitat a menudo con el lagarto ocelado (Timon lepidus) y en algunas ocasiones con la lagartija colilarga (Psammodromus algirus) y lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica). Demuestran una perfecta adaptación a este tipo de hábitats pues resulta asombroso lo rápido que se mueven entre la vegetación rala y la facilidad con la que huyen de un depredador enterrándose en la base de un arbusto o en la macolla de un berceo. Los machos parecen territoriales pues se persiguen con vehemencia.
Aunque en regiones más cálidas se sabe que puede subir hasta los 1700 m.s.n.m., lo cierto es que en nuestra provincia no la hemos encontrado por encima de los 1200 metros de altitud.
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Detalle de macho adulto de lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus) con coloración normal después del celo
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Aunque se ha citado durante todo el año en las provincias más templadas, como las costeras, en la provincia de Segovia, tiene un parón en su actividad que va desde octubre a marzo-abril, hibernando durante los meses más fríos enterrada en el suelo. Durante el calor del verano suele adoptar un ritmo bimodal, siendo visible por la mañana y al atardecer. Se le presupone un dominio vital de unos 25 m2.
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Detalle de macho adulto de lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus) con coloración de celo
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La lagartija cenicienta entra en celo en Segovia entre abril y mayo, adquiriendo entonces los machos colores más vistosos. Durante el celo el macho persigue a la hembra, realizando pequeñas carreras y mordiéndola en el cuello o base de la cola, a lo que la hembra suele responder al principio, de manera arisca lanzando a su vez pequeños grititos. Se producen en esta época las cópulas que suelen tener una duración inferior a dos minutos, encontrándose hembras grávidas a principios de Junio. Las puestas suelen ser de entre 2 a 6 huevos y parece que en muchas zonas pueden realizar hasta 2 puestas al año. Para realizar la puesta suelen excavar un agujero de 15 a 20 cm de longitud y hasta 40 cm de profundidad. El tamaño de los huevos, que son blancos y algo elípticos, oscila entre los 9 y algo más de 13 mm de longitud por 5,5 a 7,5 de anchura. Dichos huevos suelen ser incubados durante 50 a 65 días.
Se trata de una especie muy poco longeva, teniendo una esperanza de vida menor a tres años, siendo, un porcentaje muy considerable, los que no sobrepasan el primer año. Para compensar estas pérdidas, la lagartija cenicienta central, es capaz de reproducirse muy tempranamente alcanzando la madurez sexual antes de su primer año de vida, con tan sólo 8 ó 9 meses.
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Detalle de hembra adulta de lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus)
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La densidad de las poblaciones en Segovia y por tanto en los Montes de Valsaín, se puede considerar bastante baja, creemos que no superando los 10 individuos por hectárea.
Es una lagartija insectívora, que busca activamente su comida y que se alimenta de pequeños insectos como chinches, escarabajos, pequeños saltamontes, hormigas, así como arañas. Parece que los machos se alimentan más de hormigas e insectos de pequeño tamaño, mientras que las hembras pudieran alimentarse más de chinches y otras presas voladoras.
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Adulto de lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus)
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Es capaz de emitir pequeños sonidos, y además presenta algunas bolsas en el cuello para que se alojen las garrapatas, como sucede con su prima la lagartija colilarga (Psammodromus algirus).
Es presa de un incontable número de depredadores entre los que se incluyen las culebras bastardas, las culebras lisas meridionales, las víboras hocicudas, los cernícalos vulgares y primillas, ratoneros, aguiluchos cenizos, lechuzas, estorninos, alcaudones, etc.
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Ejemplar adulto de lagartija cenicienta central (Psammodromus hispanicus) cazado por un cernícalo primilla (Falco naumanni). Resulta sorprendente que a pesar de su costumbres tímidas, su estraordinario camuflaje, su gran rapidez y el hábitat a menudo cubierto de pequeños tomillos y berceos, sean cazados con gran habilidad por estos pequeños halcones.
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Se trata de una lagartija cuyas poblaciones no se conocen con detalle en la provincia aunque pudiera ser que estuviera repartida por buena parte de esta, sin embargo, sus densidades, a tenor de lo detectado, son siempre bastante bajas y por tanto muy vulnerables especialmente a la pérdida del hábitat por destrucción o fragmentación de sus territorios, algo que ha pasado con seguridad, tras la construcción en Robledo, Peñas del Erizo, así como los chalets y el campo de golf, que pudiera haber dejado aislada la población de los Montes de Valsaín. Otro amenaza grande para este reptil, son los pequeños incendios que se producen en los pastos durante los meses más veraniegos. Muchos de estos lugares son considerados zonas de poco interés, como son los tomillares, pero podemos ver que albergan una importante vida. |
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