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Descripción:
Es una lagartija de pequeño o mediano tamaño, hasta 7,5 cm de longitud cabeza-cuerpo en los machos y 7 cm en las hembras. Tiene un aspecto esbelto. La cabeza suele ser aplanada destacando, por encima del relieve de esta, los arcos de las órbitas oculares. Posee escamas dorsales muy pequeñas y una coloración muy variable, incluso entre individuos de las mismas poblaciones. La coloración dorsal puede variar del marrón claro o crema hasta el color pardo-verdoso o pardo oscuro. Presenta manchas negruzcas dispersas que pueden ser más o menos conspicuas dependiendo de individuos. Los costados suelen presentar mayor pigmentación que el dorso y el vientre suele ser blanco, crema o amarillento, aunque también puede presentar, en algunos machos y hembras, tonos rojizos, incluso fuera de la época de celo. No suele presentar manchas oscuras en el vientre a excepción de algunas pequeñas manchas redondeadas en las escamas más externas de éste. La garganta no suele poseer manchas o si las posee son pequeñas y están bien definidas en los laterales de esta.
Los machos suelen ser mayores que las hembras, poseen cabezas más robustas y extremidades y colas, en proporción, más largas. Además los machos suelen presentar un reticulado oscuro por todo el cuerpo sobre un fondo más claro, mientras que las hembras no presentan dicho reticulado o es mucho menos conspicuo y, en muchas poblaciones, presentan 2 líneas claras (blancas, cremas o verdosas) dorso laterales remarcadas por líneas oscuras de contornos no bien definidos.
Los recién nacidos miden entre 22 y 26 mm de longitud cabeza-cuerpo y hasta 28 mm de longitud de cola, con un peso de apenas 0,3 g. El diseño suele ser similar al de los adultos pero con menor pigmentación y, en muchas poblaciones, con la cola de colores verdosos o azulados. |
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Macho adulto de lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispánica) con coloración de celo.
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La lagartija anteriormente conocida como ibérica que en su distribución ocupaba toda la Península Ibérica está en proceso de estudio, puesto que originariamente, se vieron notables diferencias entre distintas poblaciones que últimamente han dando lugar a otras especies, como la denominada lagartija andaluza (Podarcis vaucheri), que se puede encontrar en la zona más sur occidental de Andalucía y norte de África, la lagartija de Bocage (Podarcis bocagei), restringida al noroeste ibérico, la Lagartija de Carbonell (Podarcis carbonelli) presente en el Sistema Central Occidental, costa atlántica portuguesa y Doñana, o la lagartija parda (Podarcis liolepis), del noreste peninsular y sureste de Francia incluyendo también esta especie a la presente en las Islas Columbretes y que en su día se le dio el nombre de Podarcis atrata. Sin embargo el entramado de especies que se ocultarían dentro de la denominación Podarcis hispanica está aún lejos de despejarse, al menos en cuanto a su distribución se refiere, así anteriormente se consideraban los llamados tipo 1A y 1B en el centro y oeste ibérico, o el tipo 2 (también conocido como virescens hoy consitutido en especie como Podarcis virescens o Lagartija verde) en el sureste y el tipo galera o el hispánica en sentido estricto.
Los estudios genéticos revelan que los anteriormente llamados tipo 1A y 1B, pertenecerían a una misma especie a la que se ha denominado Podarcis guadarramae, siendo 2 subespecies diferenciadas: la anteriormente denominada 1A, presente en el occidente de su distribución, pasándose a denominar Podarcis guadarramae lusitanicus y la anteriormente denominada 1B, del oriente de su distribución y la que se adscribirían las poblaciones de los Montes de Valsaín como Podarcis guadarramae guadarramae.
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Comparación entre dos machos de lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica) (izquierda) y lagartija roquera (Pordarcis muralis) (derecha), quizá las especies de reptiles presentes en los Montes de Valsaín más difíciles de diferenciar entre sí. Para diferenciarlas debemos tener en cuenta:
Fila de arriba (flechas de izda a derecha).
1. Franjas longitunidales de los costados más ocuras y claramente definidas en lagartija roquera (Podarcis muralis) que en lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica) (muy patente en hembras de lagartija roquera (Podarcis muralis)).
2. La inserción de la cabeza es más alta en los ejemplares de lagartija roquera (Podarcis muralis) que en los de la lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica) donde esta resulta más plana con respecto al cuerpo, además la cabeza es más robusta y compacta en los ejemplares de lagartija roquera (Podarcis muralis).
3. Líneas oscuras de contornos no muy bien definidos en las escamas submaxilares muy patentes en los ejemplares de lagartija roquera (Podarcis muralis), mientras que la lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica) puede presentar algunas rayas.
Fila de abajo (flechas de izda a derecha).
1. Gran pigmentación gular en lagartija roquera (Podarcis muralis) apenas se presenta en la lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica).
2. Mandibula con manchas herrumbrosas o negruzcas de contornos difuminados que a veces se entrecruzan en lagartija roquera (Podarcis muralis), apenas aparecen algunas manchas oscuras en la lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica)
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La lagartija noroccidental (antes conocida como ibérica) pudiera confundirse con la lagartija roquera (Podarcis muralis), pero esta última presenta la garganta reticulada con manchas negras o rojizas de contornos difuminados e irregulares y líneas oscuras que atraviesan los submaxilares. Además el moteado del dorso forma una línea central más clara y los costados más oscuros. Estas diferencias se suelen hacer más patentes en las poblaciones que comparten el hábitat entre las dos especies. |
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La lagartija noroccidental (podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica) ocupa numerosos ecosistemas dentro de los Montes de Valsaín, y puede ser encontrada desde la alta montaña a los hábitats más cercanos al hombre, siempre que mantengan algún sustrato rocoso ya sea natural o artificial, como en el caso de esta casa de peones abandonada en el robledal.
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Biología y ecología:
Su distribución es aún poco conocida y se limitaría al área central y noroccidental de la Península.
En los Montes de Valsaín es una lagartija muy frecuente distribuida prácticamente por toda su extensión, siempre que se den las características apropiadas, llegando incluso a zonas que superan los 1900 m.s.n.m. en Siete Picos o El Montón de Trigo.
La lagartija noroccidental está presente en multitud de ecosistemas, parece que la única condición que suele ser común es la de presentarse un sustrato rocoso. Así la podemos encontrar en zonas mediterráneas, en riberas de ríos, en bosques y sus claros, en prados e incluso en zonas de alta montaña. También utiliza con frecuencia construcciones humanas como tapias de casas, muros de piedras, pilones, etc.
La hemos encontrado activa durante todos los meses del año (menos en la alta montaña), incluso en los días soleados del invierno, donde la hemos visto a temperaturas incluso inferiores a los 10ºC solearse entre las piedras. Durante los días fríos, sin embargo, se refugia entre las piedras o los grandes bloques de gneises y granitos a veces compartiendo refugio con buena cantidad de sus congéneres.
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Hembra adulta de lagartija noroccidental (podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica). En la fotografía se pueden apreciar las dos líneas claras dorsolaterales remarcadas por las bandas oscuras.
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Es por tanto, una especie muy poco territorial, acrecentándose la territorialidad durante el celo, en donde, se pueden observar con frecuencia, escaramuzas y persecuciones entre machos que no siempre ponen en huída al macho más pequeño. Aunque la especie presenta su máxima actividad en mayo, es posible ver actitudes de celo desde finales de febrero o marzo. Es durante esta época cuando presenta un patrón de actividad unimodal, siendo más frecuente verlas por las mañana más que por las tardes. En un principio se solean sobre rocas de pequeño tamaño y cerca de sus refugios, ampliando la altura y la distancia a estos según van adquiriendo una temperatura corporal óptima (que se suele situar en los 34 ºC de media). A medio día, se suelen situar más en zonas entre el sol y sombra para poder regularse y además es el momento en que más incursiones hacen por el suelo o entre la hierba. Durante los meses más calurosos del verano su actividad se vuelve bimodal siendo más fácil observarlas en las primeras y últimas horas del día. Los machos tienen dominios vitales de más de 100 m2 de media y sus territorios se suelen solapar con el de otros machos y hembras, mientras que las hembras suelen tener dominios más reducidos.
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Detalle de macho adulto de lagartija noroccidental (podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica) con coloración de celo.
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El celo comienza en la zona de estudio en los últimos días de febrero y marzo. La cópula dura entre 5 minutos y una hora y durante esta, el macho, con frecuencia agita sus patas posteriores. Las puestas se producen entre abril y julio, muchas hembras son capaces de poner 2 puestas y algunas incluso 3. El tiempo transcurrido entre dichas puestas puede ser de entre 20 días y algo más de un mes. Las puestas consisten en, entre 1 y 5 huevos de 9,5-14,5 mm de longitud por 5,5-7,5 mm de anchura, habiendo correlación positiva entre el tamaño de la puesta y el de la hembra.
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Hembra grávida de lagartija noroccidental (Podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica)
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Los huevos se incuban entre 2 y 3 meses y los recién nacidos suelen aparecer entre los primeros días de junio y septiembre. La lagartija noroccidental (podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica) suele vivir unos 3 años con máximos de 4, adquiriendo la madurez sexual en su segundo año de vida y unos 5 cm de longitud cabeza-cuerpo. |
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Ejemplar juvenil de lagartija noroccidental (podarcis guadarramae) antes conocida como ibérica (Podarcis hispanica).
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Fundamentalmente es insectívora, cazando activamente o a veces al acecho, moscas, mosquitos, pequeños coleópteros y sus larvas, así como orugas, chinches, arácnidos, etc. También se ha observado la ingestión de restos vegetales (flores, bayas y brotes verdes) en poblaciones insulares, además se le ha visto consumir ejemplares juveniles de otras lagartijas, así como caracoles.
La lista de depredadores de la especie es muy amplia, habiendo reptiles como el lagarto ocelado, la culebra bastarda, culebrilla ciega, culebra lisa meridional, la víbora hocicuda, aves, como mochuelos, lechuzas, cernícalos vulgares y primillas, milanos, ratoneros, alcaudones, cigüeñas blancas, urracas, garcillas y mamíferos, como ginetas, jabalíes y garduñas, insectos como mantis religiosas, arácnidos como escorpiones, miríapodos como escolopendras, etc.
En la zona de estudio las poblaciones no parecen tener ningún problema de conservación. |
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