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Descripción:
Planta herbácea de hasta 70 cm de altura, vivaz a través de rizoma. Los tallos son rectos y robustos. Las hojas están profundamente partidas y con forma de palma. Las flores están dispuestas en racimo denso y multifloro, simple o ramificado. Tienen la corola amarilla, formada por 5 pétalos desiguales, de los cuales el superior tiene forma de casco, cubriendo al resto de los pétalos.
El fruto está formado por varios segmentos. |
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Observaciones:
Presenta unos alcaloides llamados aconitinas. Está considerada la especie más tóxica de la flora europea (mortal con tan sólo 2,5 g de su raíz fresca), junto a las otras especies de acónitos. Su veneno bloquea la transmisión nerviosa, sobre todo en las terminaciones periféricas, produce a muerte por axfisia a las 3 ó 4 horas de haberla ingerido por parada respiratoria y fallo cardíaco. Puede incluso actuar a través de la piel, aunque con mucho menos actividad. Los celtas envenenaban las flechas con el humo de su combustión. También se usó en forma de cataplasma contra la sarna de los bueyes. Aunque su nombre común viene de la tradición de mezclarla con trozos de carne para matar lobos, zorros y pequeños carnívoros. Trajano prohibió su cultivo (muy común en Roma), para prevenir los asesinatos que con ella se practicaban. Tuvieron también una aplicación antireumática en pomada, hoy abandonada debido a su gran toxicidad. También es una planta cultivada como ornamental.
El nombre del género parece que pudiera venir del griego Akóniton: acónito, de la ciudad de Aconas en Bitinia. |
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