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Retrato Buitre Negro (Aegypius monachus)

 
 

Falconiformes.  Rapaces diurnas.

Milano Negro (Milvus migrans). Nidificante y estival, es un ave fácil de ver en los Montes de Valsaín en las zonas despejadas que utiliza para cazar.  Construye un gran nido cubierto de los materiales muy heterogéneos (plásticos, trapos, lana…), en distintos tipos de árboles. No es muy forestal, por lo que habrá que buscarlo en zonas abiertas y despejadas como el Llano Amarillo, Robledo, Matabueyes, etc… En ocasiones es posible verlo pescar en el embalse de El Pontón, peces que suponemos enfermos o que asoman a la superficie para solearse, o incluso cazando ranas en sus orillas. Se trata de una rapaz común en franca recuperación.

 
   
 

Milano real (Milvus milvus)

 
 

Milano Real (Milvus milvus). Nidificante sedentario, durante el invierno recibe nuevos aportes de otras zonas de Europa. Es muy común en zonas despejadas, donde se le puede ver cazar en las praderas cercanas al Llano Amarillo, Praderas de la Nava del Rey, etc…  Algunos ejemplares se juntan para dormir en pequeños dormideros en algunos puntos de los Montes de Valsaín durante el otoño y el invierno. Se le puede divisar con frecuencia sobrevolando los tejados del Real Sitio de San Ildefonso, en busca de pollos volantones con los que alimentarse. Es un ave desconfiada (de esta faceta viene la expresión amilanarse como acobardarse) y oportunista, que ha encontrado junto con su pariente el milano negro, un buen filón alimentario en los animales atropellados en las carreteras. Es una ave, cuya población nidificante, ha sufrido una gran disminución en la provincia, siendo el veneno uno de los factores más importantes en dicha regresión.
 
   
 

Buitre Leonado (Gyps fulvus)

 
 

Buitre Leonado (Gyps fulvus). Sedentario, no nidificante (seguramente por falta de cantiles donde anidar), se concentra en buenas cantidades a dormir en las partes bajas del pinar. Es muy fácil de divisar sobrevolando el pinar o las zonas despejadas, buscando presas abandonadas por los cazadores o reses muertas. Una buena zona para verlo es, sin duda, la Pradera de la Nava del Rey, donde se podrán ver ejemplares que han pasado la noche en los bolos graníticos del Cerro de Matabueyes, o sobrevolar este y Cabeza de Gatos, en busca de piezas abandonadas. También en las cercanías se encuentra un muladar que sirve de aporte alimenticio para las dos especies de buitres, aunque es el buitre leonado el que acude con más profusión. Como curiosidad decir, que en los límites de los Montes de Valsaín, existe una pradera de montaña donde se reúnen las dos especies de buitres en buenas cantidades, para bañarse y realizar el cuidado de sus plumas en los lavajos y charcones que se forman tras el deshielo.

 
   
 

Buitre Negro (Aegypius monachus)

 
 

Buitre Negro (Aegypius monachus): Sedentario, nidificante. Es una de las aves estrella de los Montes de Valsaín. En el pinar existe una mal llamada colonia (no son animales estrictamente coloniales sino que la escasez de enclaves adecuados y con pocas molestias hacen que se encuentren nidos relativamente cerca, incluso a tan sólo 200 m). En datos del 2015, 78 parejas empezaron la nidificación, volando 52 pollos. Construyen los nidos más grandes de entre las aves de estos montes, que pueden alcanzar tallas de 2 metros y más de 60 cm de alto, donde incuban su único huevo. Las molestias humanas y la climatología, parecen allí sus principales amenazas. Existen restricciones de actividades alrededor de los nidos (en 100 m a la redonda no se hacen cortas ni arrastres, y entre 100 y 500 m sólo se realizan actividades en los meses de octubre, noviembre y diciembre).
El buitre negro es carroñero, aunque según nuestras observaciones, parece preferir los restos de animales más pequeños e incluso se anima a perseguir y dar muerte a pequeños animales enfermos o moribundos (rata negra en Cerro Pelado). El buitre negro es fácil de ver en los Montes de Valsaín, sobre todo avanzada ya la mañana cuando abandonan sus dormitorios para ir a visitar las zonas de meseta.

 
   
 

Joven Azor(Accipiter gentilis)

 
 

Azor común (Accipiter gentilis): Sedentario y nidificante, se trata de un ave eminentemente forestal. Es difícil de ver en los Montes de Valsaín, debido a sus costumbres discretas y a la espesura y orografía de estos, aunque los encuentros casuales de estos reyes del vuelo, entre árboles persiguiendo a algún arrendajo o sobrevolando a poca distancia del suelo alguna pradera son posibles.  La mejor época para la observación del azor en Valsaín coincide con la segunda o tercera quincena de Abril, donde los ejemplares ya emparejados hacen vuelos de cortejo, mostrándose más visibles y ruidosos sobrevolando el dosel forestal. Suelen preferir para la nidificación, zonas limítrofes del pinar hacia otra formación y lo que no es difícil en el pinar, es encontrar restos de sus cacerías, en forma de desplumaderos y animales devorados. Los pollos suelen saltar del nido hacia los últimos días de Junio y permanecen por la zona más de un més más siendo entonces también bastante ruidosos y pudiéndoseles ver en las primeras horas de la mañana. Algún topónimo de los Montes de Valsaín, recoge la presencia de la especie como Navalazor.

 
   
 

Gavilán común (Accipiter nisus): Sedentario y nidificante. Se trata de otra ave eminentemente forestal, que parece una réplica a escala del azor. En los Montes de Valsaín, se le puede ver con más frecuencia que a su hermano mayor. Durante los meses de julio y agosto, es fácil encontrarle en las zonas umbrosas donde corre algún regato de agua o donde existe algún trampal, pues espera la llegada de pequeños pajarillos, que llegan allí a saciar su sed o bañarse, para abalanzarse sobre ellos y realizar sus capturas. También es posible ver ejemplares juntos en Septiembre, durante su migración, ciclear las corrientes térmicas en las estribaciones de Peña Citores. Son aves de una extraordinaria habilidad para el vuelo bajo entre la vegetación. Durante el invierno también se hacen más visibles en las zonas más bajas correspondientes a las zonas de encinar y robledal y se le puede ver atravesando las praderas con las primeras luces. Como curiosidad decir que en una de las estaciones de anillamiento encontramos una egagrópila de gavilán y al desmenuzar la egagrópila pudimos encontrar una de nuestras anillas que correspondía a un herrerillo común anillado por nosotros unos días antes…sin duda, ese herrerillo sirvió ese día de alimento a la bella rapaz.

 
   
 

Busardo Ratonero (Buteo Buteo)

 
 

Busardo Ratonero o Ratonero (Buteo buteo): Sedentario y nidificante. Es un ave común en los Montes de Valsaín, donde se le puede ver sobrevolar diferentes ecosistemas, desde las zonas despejadas al robledal y pinar, y también es frecuente verlo posado en los postes de la luz de la carretera de La Granja. Hace sus nidos en melojos y pinos dentro del robledal y encinar y tiene una alimentación variada que incluye insectos que persigue en los prados del Llano amarillo y prados adyacentes, restos de animales atropellados en la carretera o roedores y aves cazadas por él, incluso le hemos visto dar caza a algún gran ejemplar de culebra de escalera. Es un ave bastante ruidosa, especialmente durante el celo o cuando es molestada en su zona de nidificación, donde emite su conocido maullido. Aunque presenta variados plumajes, desde los tonos más claros a los ejemplares casi negruzcos, resulta inconfundible la mancha más clara de su pecho, y las franjas claras en la parte posterior de sus alas enmarcadas por una estrecha franja en el borde del ala más oscura. Su gran espectro alimenticio hace que su productividad se alta y sus territorios no precisen ser muy grandes, lo que le convierte en una de las rapaces más conmunes de la zona y de España.

 
   
 

Abejero europeo (Pernis apivorus): Estival y nidificante, tan sólo hemos podido constatar una reproducción de la especie en los Montes de Valsaín. Es un ave de costumbres muy discretas con una alimentación muy peculiar que incluye numerosos avisperos y también reptiles, lo que hace que se alimente mucho en el suelo. Los pollos volantones son bastante ruidosos y a veces esto les delata en sus atalayas, sin embargo, los adultos mantienen una gran discreción y un tipo de vuelo que los hace pasar desapercibidos. La mejor época para divisar esta especie, en estos bosques, puede ser entre los últimos días de Agosto y la primera quincena de Septiembre, donde, con algo de experiencia, es posible reconocerlos y no confundirlos con ratoneros, fijándonos en la disposición y forma de su cabeza (más estrecha y apuntada en los abejeros dando la sensación de cuello más largo) y en las bandas oscuras terminales del barreo de su cola (tres en el caso del abejero, frente a una en el caso del ratonero).

 
   
 

Culebrera europea (Circaetus gallicus): Estival, pudiera ser nidificante.  No es un ave fácil de ver en los Montes de Valsaín.  Prefiere las zonas despejadas y soleadas donde puede cazar ofidios y reptiles que incluyen el mayor porcentaje de su dieta. Es más frecuente en los pasos tanto primaveral como de finales de verano. La hemos visto junto a las laderas de Matabueyes, en la zona de la Acebeda, etc… Es una especie bastante mediterránea que prefiere los encinares a otras formaciones arbóreas y que construye sus nidos en zonas de media ladera donde tenga un cómodo acceso a éste. No son por tanto, los Montes de Valsaín su hábitat más favorable. Su buen tamaño, la coloración clara ( parece casi blanca desde abajo) de sus alas y el color marrón más oscuro de su cabeza y garganta la hacen inconfundible.

 
   
 

Águila Real (Aquila chrysaetos): Sedentaria en la zona, no tenemos constancia de su nidificación en los Montes de Valsaín, aunque sí en una zona aledaña, por lo que, debido a su extenso territorio, se la puede ver sobrevolando el Real Sitio o sus inmediaciones. El águila real es un ave que creemos está estancada o incluso en franca decadencia en la Sierra de Guadarrama, por lo que nos llena de alegría contemplar algunos años a la pareja acompañada de algún pollo del año. También hemos encontrado algún joven recién emancipado alimentándose de alguna res recientemente muerta, en lo más crudo del invierno, en la ladera del Cerro de Matabueyes. Es un ave poderosa de alto vuelo por lo que muchas veces pasa desapercibida, pero que cuando aprovecha las carroñas marca su jerarquía, mientras el resto de rapaces esperan su turno. En ocasiones podemos divisar su estampa cicleando junto a los buitres, y es así cuando podemos contrastar las diferencias con estos, observando una cola más larga y un estrechamiento de las alas en la zona de contacto con el vientre que hacen que parezca tener una cintura más fina y marcada. El águila real es una rapaz que alcanza grandes alturas en vuelo lo que hace que pase desapercibida incluso cerca de su zona de nidificación, siendo una de las experiencias más satisfactorias para el naturalista, el observar uno de sus vertiginosos picados en la caza de algún conejo.

 
   
 

Águila imperial (Aquila adalberti): Sedentaria y nidificante. Es la especie estrella de los Montes de Valsaín. En los límites de estos existen tres parejas nidificantes, y, en datos del 2015, 8 han sido los pollos que han volado. El águila imperial es relativamente fácil de ver en los Montes de Valsaín, especialmente en los últimos días de agosto y los primeros de septiembre donde es posible ver alguno de los adultos en compañía de los pollos del año. También durante el celo es posible oír su peculiar voz que nos recuerda a la del cuervo. El águila imperial es una especie protegida, que está remontando en toda la Sierra de Guadarrama, en parte, gracias al proyecto de alimentación suplementaria. Así durante la época de cría, se cuelgan conejos muertos de árboles o piedras posadero, donde los adultos los aceptan sin escrupulos, pensando que es su pareja quien se los deja. Esto evita el cainismo y la desnutrición, eleva la productividad y está haciendo que se colonicen nuevos territorios cada vez más al norte de la provincia. Durante el año 2015, 400 conejos fueron aportados a dichas parejas como ayuda en el mantenimiento de la población y ayuda a la salida adelante de los pollos.

 
   
 

Águila calzada (Aquila pennata): El águila calzada es una de las especies de águila más comunes en los Montes de Valsaín. Realiza los nidos en árboles grandes (comunmente pinos), normalmente dentro de la zona de robledal y encinar. Tiene una dieta muy variada que incluye aves, mamíferos pequeños y buen número de reptiles (siendo al azote del lagarto ocelado). El águila calzada es fácil de ver en estos montes, sobre todo en zonas despejadas y a finales de agosto es fácil verlas concentrarse en pequeños grupos y realizar su curiosa llamada más parecida a la de un ave menor que a la de un águila. Suele realizar puestas más tardías que el resto de las águilas (a excepción del águila culebrera Circaetus gallicus) y presenta, principalmente, dos tipos de plumajes o morfos, el claro, de un beige casi blanquecino, más común, y el oscuro, de un pardo rojizo, que hace que el ojo inexperto pueda confundirla con un milano negro. Es la protagonista de uno de los espectáculos más impresionante que brinda la naturaleza, con la suficiente periodicidad como para que cualquier naturalista de campo lo haya podido ver alguna vez, nos referimos a su picado de caza. Un giro en el aire y un descenso vertiginoso con las alas semi-plegadas y las patas estiradas, para caer sobre la presa en apenas unos pocos segundos.

 
   
 

Halcón Peregrino (Falco peregrinus): Sedentario, no nos consta que críe en los Montes de Valsaín, pero si se le ha visto en actitud de celo y cría en las inmediaciones de estos. No es un ave fácil de detectar en estos montes, debido a sus características de caza y a su pequeño tamaño. A finales de verano, le podemos encontrar apostado en algunos de los pinos que lindan con los pasos de palomas, esperando a comenzar su caza. No es fácil observar sus lances, debido a la gran altura que adquiere y a la rapidez de su técnica, que como es bien sabido por el lector, puede alcanzar velocidades superiores a los 300km/h. Normalmente es más fácil observar ejemplares jóvenes que presentan el clásico plumaje listado en vez del barreado del adulto.

 
   
 

Cernícalo Vulgar (Falco tinnunculus): Sedentario y nidificante, es un ave fácilmente observable dentro de los Montes de Valsaín, aunque prefiere sobrevolar los prados bajos del Llano Amarillo o de los alrededores del Pontón, también es visible en las cercanías del Real Sitio de San Ildefonso y de Valsaín, en los postes de la luz de la carretera de La Granja, etc… Aunque para nidificar prefiere pequeños huecos de construcciones humanas abandonadas o tranquilas, como el palacio de Valsaín, también le hemos visto criar sobre pino en el estrato del robledal. Es un ave que se alimenta preferentemente de topillos que caza en los prados adyacentes y a los que arranca el pelo antes de comerlos, dejando un pequeño mechón en el suelo, su dieta incluye insectos grandes, lagartijas y algún ave de pequeño porte. También es posible encontrar sus egagrópilas bajo los postes o piedras posadero, se trata de egagrópilas pequeñas, del tamaño y forma de una bellota mediana, de visu muy parecidas a las del mochuelo.

 
   
 

Alcotán europeo (Falco subbuteo): Posible nidificante estival, no es un ave fácil de observar en los Montes de Valsaín. Quizá la mejor temporada es a finales de verano, cuando a los pocos ejemplares de los montes se les unen migrantes de otras partes del territorio y es entonces cuando se le puede ver cazar insectos en las praderas casi hasta la puesta de sol. El vocablo alcotán lo hemos escuchado para referirse al cernícalo común, hecho que puede originar cierta confusión si preguntamos por la especie en el territorio. Nosotros hemos visto a los pollos acosar en grupos a totovías  y otros alaudidos en los encinares adehesados bajo Cabeza Grande, y también cazando insectos (principalmente odonatos, grandes aeshnidos) y devorándolos en vuelo en las inmediaciones de El Parque en las últimas horas del día. Este ave debido al color oscuro de sus alas y su particular vuelo, pudiera recordar en una primera instancia a un gran vencejo más que a un pequeño halcón.

 
   
   
 

Galliformes. Perdices, codornices y faisanes.

 

Perdíz Roja (Alectoris rufa): Sedentaria y nidificante. La perdíz roja, no es un ave cómun dentro de los límites del pinar, ya que su habitat fundamental es el encinar y sus cantuesales y estepares asociados, poco representados en los montes de Valsaín. Sin embargo, se la puede ver peonando en las laderas y cumbres del Cerro de Matabueyes, en las de Cabeza de Gatos y en las praderas de La Nava del Rey, aunque es más común en los encinares del esquileo de Santillana. Es en estos sitios donde podemos descubrir entre las rocas y encames sus gruesos excrementos, del tamaño de colillas de tabaco, grisáceos con la punta roma y blanca. Es una especie cinegética que es cazada en estas zonas, desconocemos si se han realizado sueltas de aves criadas en cautividad para fines cinegéticos, aunque por lo confiado de los ejemplares observadas nos decantamos por este particular.

 
   
 

Codorniz común (Coturnix coturnix): Estival y en paso migratorio, podría críar en algunos piornales de las altas cumbres. La codorniz común es un ave escasamente representada en estos montes. Tampoco sus costumbres tímidas ayudan a la visualización, aún así la hemos encontrado en las praderas de montaña, metida entre los piornos y javinos. Las hemos levantado de sus encames al pasear entre enebrales rastreros de la Majada Aranguez y fuera de los límites del pinar en las praderas sobre las Peñas Buitreras. Hemos oído, también, en las cumbres guadarrámicas de la Bola del Mundo y Cuerda Larga, su monótono canto, tan bien conocido por la gente de campo con el onomatopéyico: “Buen pan hay, buen pan hay”. Creemos que es una especie en franca regresión lejos ya, de su abundancia pretérita.

 
   
 

Faisán Vulgar (Phasianus colchicus): Sedentaria, creemos que no nidificante.  El faisán común, aún siendo una especie introducida, no es muy difícil de ver en los Montes de Valsaín, especialmente en los alrededores del embalse del Pontón. Posiblemente procedentes de sueltas para fines cinegéticos realizados en la vecina Mata de la Saúca, o cría en cautividad en algún cercado a la entrada del Real Sitio, lo hemos visto en las cercanías del Puente del Niño, en las cercanías de El Esquinazo e incluso algún pollo en la cola del Embalse del Pontón, imaginamos que no corresponde a cría sino más bien al escape de algún mallazo. Puede causar asombro al naturalista acostumbrado a escuchar los sonidos de la naturaleza silvestre, el potente y desagradable sonido del Faisán.

 
   
 

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

 
 

Charadriiformes. Limícolos y gaviotas.

 

Avefría europea (Vanellus vanellus): El avefría es un limicolo fundamentalmente invernante, aunque algunos años se puede encontrar algún ejemplar en paso migratorio a finales de verano en el Pontón. El avefría es un ave que podemos ver en las praderas aledañas a estos montes, quizá en las del Llano Amarillo, en pequeños grupos desconfiados que levantan el vuelo cuando nos acercamos y dejan observar en vuelo sus bonitos colores y sus curiosas y romas alas. Las hemos visto siendo hostigadas por los milanos reales, aunque sin mucha convicción por parte de estos. Recorre andando las praderas buscando insectos y caracoles entre las praderas bien nitrogenadas, viéndolas, en muchas ocasiones, sacar lombrices con gran pericia. Tiene una voz lastimera que parece inconfundible, se trata del sonido “piiuiiiiiiiit“ un clásico de nuestros praderas escarchadas.

 
   
 

Chocha perdiz (Scolopax rusticola): Invernante y en paso migratorio. La chocha perdiz o sorda, es un ave difícil de ver en los Montes de Valsaín, sus costumbres discretas y su mimético plumaje la convierte en uno de los fantasmas del bosque. No obstante era (ahora está prohibida la caza dentro del Parque Nacional) cazada todas las temporadas, en pequeño número, por los cazadores de Valsaín. Nosotros la hemos encontrado en varias ocasiones, levantada por mi perra, de entre los tupidos estepares próximos al robledal de Navalparaíso. También en dos ocasiones se nos cruzó en potente y bajo vuelo por una pradera despejada. Aún así, no es un ave que resulte fácil de ver para el aficionado que se acerque a estos montes buscando la contemplación de sus aves.

 
   
 

Andarríos chico (Actitis hypoleucos)

 
 

Andarríos chico (Actitis hypoleucos):  En paso migratorio. Es un ave fácil de observar en los Montes de Valsaín, durante los pasos migratorios tanto primaverales como otoñales. Está muy localizada en las orillas del embalse del Pontón y en la cola de éste. Siempre solitario o en pequeño número, recorre las riberas en busca de pequeños invertebrados, con su movimiento ágil y nervioso, basculando constantemente su cuerpo. Ave pequeña sorprende en vuelo su envergadura alar y sus bandas blanquecinas muy visibles, cruzando el pantano de orilla a orilla emitiendo su característico sonido de alarma “suididiiii-dia”.

 
   
 

Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus): Es un visitante ocasional de los embalses de interior, que en el embalse del Pontón no suele faltar ningún invierno, aunque no se suele permanecer durante toda la temporada. Se trata de una gaviota fácilmente reconocible por su bonito pico rojo de encendido color, su plumaje claro, en los ejemplares adultos y la mancha negruzca tras el ojo, viéndose siempre ejemplares en este característico plumaje de invierno. Es una de las gaviotas que menos plumajes intermedios presentan pues lo normal es que a partir de su segundo año tengan ya el plumaje definitivo de adulto. Suelen verse en el embalse, flotando en el agua como pequeñas manchas blancas o sobrevolando éste con su estridente sonido, más parecido a una tosca risa que al sonido de un ave, lo que le ha valido su epíteto reidora. Es un ave siempre escaso e inconstante en el embalse por lo que no siempre resulta fácil de ver.

 
   
   
 

Paloma común o bravía (Columba livia)

 
 

Columbiformes. Palomas y tórtolas.

 

Paloma bravía (Columba livia): Sedentaria y nidificante. Se trata de la paloma doméstica, ya que en los Montes de Valsaín no existen los cantiles utilizados por sus hermanas silvestres para nidificar, utilizando por tanto la variedad doméstica los edificios altos del Real Sitio de San Ildefonso o los paredones del palacio de Valsaín, para ubicar sus escuetos nidos. Se puede ver con asiduidad en los jardines de palacio o en las terrazas cercanas a estos, llegando allí a comer de la mano de los que encuentran refrigerio en tan buena ubicación. Son presas de las rapaces, fundamentalmente son cazadas por azores, ratoneros y águilas calzadas, siempre aparecen sus plumas a los pies de los nidos. Sus heces constituyen un problema para la integridad de los viejos edificios por los que sus números suelen ser diezmados cada cierto tiempo y su cercanía con el hombre les ha hecho se consideradas por algunos como “ratas aladas”, olvidando, sin duda, que fue el hombre el que las crió y las trajo de sus entornos salvajes a sus pueblos y ciudades, proporcionándole alimento y otros muchos usos.

 
   
 

Paloma zurita (Columba oenas): Pudiera ser nidificante ocasional, aunque su estatus es incierto en estos bosques. No es una paloma abundante en los Montes de Valsaín, además pasa desapercibida para los ojos no acostumbrados, debido a su parecido con su pariente doméstica. Es una paloma más pequeña que la doméstica de un tono grisáceo, que podemos distinguir en vuelo de la bravía por no tener partes blancas en el obispillo y en la zona escapular y presentar una oscura y gruesa banda alrededor del ala, siendo muy patente en la punta de ésta. La hemos visto bebiendo en las orillas de la zona de la presa del Pontón, y es posible que nidifique en algunos de los grandes edificios del Real Sitio de La Granja o Valsaín, aunque en efectivos mucho menores que la bravía o cimarrona.

 
   
 

Paloma torcaz (Columba palumbus): Sedentaria y nidificante. Es una paloma grande de aspecto corpulento, que sorprende al naturalista cuando inicia su aleteo sonoro y pesado. Es fácilmente reconocible por las manchas blancas del cuello y de la zona media de sus alas muy visibles, estás últimas, en vuelo. Construye un nido ruinoso, pequeño, de pocos palos y mal confeccionado que en muchos casos deja observar los huevos por debajo. Utiliza distintos tipos de árboles para nidificar y suele ser temprana en la cría. Es otra presa potencial de azores y águilas calzadas, siendo común sus plumas a los pies de los nidos de dichas especies. La paloma torcaz es fácilmente observable en los Montes de Valsaín y además muy frecuente en los pasos migratorios en puertos de montaña donde es abatida año tras año, llegando, por lo que dicen, a haber modificado ligeramente sus rutas habituales debido a dicho proceder.

 
   
 

Tórtola turca (Streptopelia decaocto): Sedentaria y nidificante. Esta tórtola que pertenece a la fauna de los Montes de Valsaín, desde hace relativamente poco, ha venido para quedarse y así parece demostrarlo con su monótono “uh uuuuh uh”, ya tan familiar en nuestros parques y jardines. Es un ave más propia de los jardines bien conservados que de los bosques, por lo que no es habitual en la dieta de las rapaces ornitófagas, aún así la hemos encontrado como presa a los pies de los nidos de azores y calzadas, aunque de una manera testimonial. Es común que el turista que disfruta de la paz y el frescor de las terrazas del Real Sitio se sobresalte por sus escaramuzas territoriales y por su aparente celo durante todo el año. Sin duda este ardor, no les deja fuerzas para construir un potente nido, por lo que el nido es escueto algo más tapizado de musgos y líquenes que el de sus parientes las palomas. Es bastante confiada por lo que se puede ver, sin grandes problemas, en el Real Sitio de San Ildefonso o Valsaín.

 
   
   
 

Cuco (Cuculus  canorus)

 
 

 

Cuculiformes. Cucos

 

Cuco común (Cuculus canorus): Nidificante estival. Es una de las aves más comunes de los montes de Valsaín, su ubicuidad le lleva a estar presente en sotos, encinares, robledales y pinares. Su célebre sonido puede escucharse ya en abril donde se pueden ver buenas persecuciones entre individuos en los claros del robledal. El ojo no acostumbrado pudiera pensar que se trata de que, decenas de gavilanes han tomado las matas, pero a pesar de que suele ser un ave más oída que vista, en estos primeros compases de la primavera es muy fácil detectar su presencia por su continuo canto. Archiconocida es su faceta como parasitador de otros nidos. Hemos podido ver pollos de cuco siendo alimentados por chochines, en cebas imposibles que parecen que fueran a terminar con el ejemplar adulto absorbido por el pollo. Tan conocido es el hecho de que no realiza nido alguno que no encontramos mejor título como el de “Alguien voló sobre el nido del cuco”, para identificar ese vuelo irreal a través de la locura del protagonista de la maravillosa obra de Ken Kesey.

 
   
   
 

 

Estrigiformes. Rapaces nocturnas.

 

Lechuza común (Tyto alba): Sedentaria, creemos que nidificante. Es una ave que está sufriendo un acusado declive, quizá debido a la cada vez más patente escasez de sitios donde nidificar y al elevado número de atropellos que padece, como hemos podido atestiguar en numerosos puntos de la provincia. Habitante de pajares tranquilos, viejas casonas, campanarios de iglesias, cantiles, etc…, en la actualidad encuentra pocas casas abandonadas, pocos edificios deshabitados y pocas torres de iglesias que no hayan incorporado mallas para evitar la entrada de las palomas. No obstante hemos podido ver algún ejemplar sobrevolar el Real Sitio, sorprendiéndonos por su gran envergadura alar y por su níveo y silenciosos plumaje.

 
   
 

Autillo europeo(Otus scops)

 
 

Autillo europeo (Otus scops): Estival y nidificante. Es un pequeño buho, más proclive a los sotos y jardines que en las bosques, no es un ave abundante en los Montes de Valsaín, aunque es posible oír su monótono y conocidísimo silbido, que pudiera aquí confundirse con el del sapo partero común (Alytes obstetricans). Suele criar en orificios de árboles maduros o en muros de viviendas con poco uso. En ocasiones, durante el celo, lo hemos oído cantar de día. Hemos escuchado su sonido en algunos puntos del Real Sitio de San Ildefonso y en el Puente del Niño, así como en los alrededores del aserradero de Valsaín. Es muy territorial y no son infrecuentes las escaramuzas con otros individuos. No es fácil verlo pues posee un camuflaje excepcional que le hace parecer una ramita más del árbol donde se encuentra.

 
   
 

Mochuelo común (Athene noctua)

 
 

Mochuelo común (Athene noctua):  Sedentario y nidificante. Es otro de los pequeños búhos que podemos encontrarnos en los Montes de Valsaín. Es un ave que prefiere los sotos y los terrenos despejados. Aunque es la más diurna de las rapaces nocturnas de estos bosques y gusta de solearse en los duros días invernales, su camuflaje le hace pasar, en muchas ocasiones, desapercibido. Es amante de los huecos de los árboles, de los muros de piedra y de las construcciones humanas abandonadas o con poco uso. Por lo que huye de los bosques. Lo podemos encontrar en los terrenos despejados más bajos del Llano amarillo y en algunos construcciones como el palacio de Valsaín, donde, entre sus muros, nos observa con esos ojos despiertos dedicados a Atenea diosa de la sabiduría.

 
   
 

Búho real (Bubo bubo):  Sedentario, creemos que no nidificante.  Se trata de la mayor de nuestras especies de rapaces nocturnas, de gran porte y voracidad es bien conocida por sus despensas de animales muertos mutilados y por sus grandes egagrópilas donde se adivinan los restos de su dieta basada en multitud de animales, encontrándonos desde un gavilán a conejos e incluso erizos. Es un animal muy escaso en los Montes de Valsaín y por tanto muy difícil de ver, principalmente porque su hábitat preferido en la Sierra de Guadarrama son los encinares mediterráneos calizos con alguna mina o cantil donde anidar. Es por tanto en la franja caliza de la sierra donde lo hemos encontrado con profusión creyendo que actualmente sus poblaciones están en ascenso. Lo hemos observado tan sólo en 2 ocasiones siempre en los límites del pinar, bajo Cabeza de Gatos y bajo las Peñas Buitreras, también ha sido observado en los Jardines de San Ildefonso. Sin embargo, en algunos sitios tranquilos se tiene conocimiento de nidos al pie de árboles o incluso aprovechando los de alguna rapaz, por lo que aunque no lo creemos muy posible tampoco descartamos la nidificación.

 
   
 

Cárabo común (Strix aluco): Sedentario y nidificante. Este búho mediano si encuentra en los Montes de Valsaín, uno de sus habitats ideales para sobrevivir. Durante el día permanece silencioso pegado a algún tronco de algún gran árbol, prácticamente invisible a la vista humana. Es, sin embargo, por la noche donde estos duendes se activan y llenan el ambiente de misterio con su lastimero ulular “uuuhhh…uh    uh..uhuhuuu” que también conocían los gabarreros. No es muy raro encontrar sus egagrópilas bajo alguno de sus posaderos. Estas egagrópilas parecen más procesadas que las de lechuza y buho chico, pues no se hace tan patente la presencia de los huesos de los topillos que suelen ingerir. Algunos de estos cárabos los hemos visto incluso en los jardines del Real Sitio de San Ildefonso , aunque también los hemos encontrado al pie de Cabeza Grande, en Los Asientos, etc,,, algunas veces con los turistas debajo ignorando por completo su presencia. Aunque ha llegado a criar en edificios abandonados, prefiere huecos de grandes árboles e incluso grandes cajas nido. No hay muchos árboles de este tipo en estos bosques pero, sin embargo, el cárabo se reproduce bien y es la rapaz nocturna más común en Valsaín.

 
   
 

Buho chico (Asio otus)

 
 

Búho chico (Asio otus): Sedentaria, creemos que nidificante. No conocemos mucho acerca de la biología de esta especie en los Montes de Valsaín, y se nos antoja bastante complicada de ver. No es una especie que guste de espesos bosques, si no más bien está presente en el resto de la provincia en sotos con buenos árboles y sobre todo en pequeños bosquetes de pinos repoblados, donde se juntan en ciertas cantidades al finalizar la época de cría. Es un búho mediano, de preciosos colores, que posee un camuflaje asombroso que le hace pasar desapercibido durante el día. Se alimenta de pequeños roedores cuyos huesos podemos encontrar en sus oscuras egragrópilas. No creemos que sea abundante en estos bosques aunque algunos ejemplares habitan los pinos sobre todo la zona del robledal. Es conocida la querencia de esta especie en ocupar nidos medianos de otras aves, en especial los de corneja, lo que probablemente condicione sus lugares de cría.

 
   
   
 

 

Caprimulgiformes. Chotacabras.

 

Chotacabras europeo o gris (Caprimulgus europaeus): Nidificante estival. El chotacabras gris es un ave común en los Montes de Valsaín, aunque localizado, ya que normalmente huye de las grandes formaciones arbustivas. Es otra de las especies con un camuflaje sorprendente, que permanece inmóvil en el suelo, hasta casi ser pisado. El engañapastores, que así también se le conoce, es un ave de hábitos nocturnos que caza insectos en vuelo abriendo su inmensa boca. Así perseguía a los rebaños de ovejas comiendo los insectos que saltaban al paso de estas, creyendo los pastores que acudían a mamar (chotar) de sus cabras y ovejas. Tiene el celo durante los últimos días de mayo y primeros de junio. Durante estos días es posible escuchar en las laderas del cerro de Matabueyes o Cabeza de Gatos al anochecer su sonido de pequeño motorcillo. Y con suerte se puede contemplar su vuelo nupcial que consiste en pequeños vuelos con palmadas de las alas y que resulta bastante espectacular. Sorprende al aficionado por su gran tamaño y envergadura alar. Gusta de laderas de encinar despejado o jarales de estepa donde poner su nidada siempre sin hacer nido alguno y en el suelo. Es un ave que también hemos visto posada en el asfalto (que conserva siempre más el calor) en la carretera que une Riofrío con el Robledo, donde algunos ejemplares son atropellados por mantener dicha costumbre.

 
   
   
 

 

Apodiformes. Vencejos.

Vencejo común (Apus apus):  Nidificante estival. El vencejo es un ave muy común en los Montes de Valsaín. Hasta el punto de que podemos verlo en multitud de habitats como en los prados de alta montaña, sobrevolando el dosel del pinar, o en los edificios y construcciones de Valsaín o del Real Sitio de San Ildefonso. Es un ave tardía en venir y una de las que antes nos abandona. Acostumbra a nidificar en edificios humanos, y por tanto aprovecha los grandes edificios de La Granja y otras construcciones como el puente de Valsaín, donde podemos verlos entrando a cebar entre los huecos de sus piedras. Es un ave curiosa que pasa la mayor parte de su vida volando, pues sus pequeñas patitas apenas el permiten remontar, si tras un accidente, han caído al suelo. Por eso, si algún día os encontráis algún ejemplar en el suelo sin signos aparentes de tener nada roto, podéis ponerlo sobre la palma de la mano y empujarlo ligeramente a volar, muchas veces es lo único que necesitan para remontar su vuelo. También son buenos para predecir el mal tiempo pues parece que antes de las fuertes tormentas desaparecen tomando gran altura en el cielo, haciendo lo que se conoce como fugas de tempero, en las que los pollos dentro de las oquedades permanecen casi aletargados esperando la llegada de mejor tiempo y con el, de sus padres.

 
   
   
 

 

Coraciiformes. Martines pescadores, abejarucos, abubillas y carracas.

 
 

Martín Pescador (Alcedo atthis)

 
 

 

Martín Pescador común (Alcedo athis):  Pasos migratorios e invernante ocasional. El martín pescador es una de las aves de colores más hermosos de nuestros bosques. Es un ave que no es común en Valsaín, pero que se la puede encontrar durante los pasos migratorios y en ocasiones al principio del invierno, en las riberas del embalse  del Pontón y en el río Eresma, normalmente en el tramo comprendido entre el Salto del Olvido y la cola del embalse. Su alimentación aquí se basa en pequeños gobios y bermejuelas que pesca desde posaderos en rocas o ramas de árboles. Es probable que la estacionalidad del río Eresma, el tratarse del curso más alto del río y la gran afluencia de gente al Pontón en la época estival, haga que este ave no críe aquí. Aún así, en los inviernos en los que el embalse mantiene algo de agua es posible encontrarnos la eléctrica flecha cruzando de una ribera a otra del embalse o agazapada en su posadero del río.

 
   
 

Abejaruco europeo (Merops apiaster)

 
 

Abejaruco Europeo (Merops apiaster):  Estival y en paso, creemos que no nidificante. Es otra de las aves de asombrosos colores de nuestra fauna. En los Montes de Valsaín es un ave escasa que puede ser vista sobre todo en los pasos migratorios. No creemos que críe en estos bosques pues suele preferir zonas despejadas más bajas sobre el nivel del mar, en taludes arenosos de minas a cielo abierto, caminos, riberas de ríos o incluso en el suelo.
Durante la primera quincena de septiembre y también en su venida primaveral es común verlo descansando de sus movimientos migratorios, en cables de la luz, vallas metálicas, desde donde hacen pequeños vuelos para capturar insectos voladores (pues no sólo de abejas vive el abejaruco), o pasando en grupos por los pequeños puertos emitiendo su inconfundible sonido casi “acuático”. Es en estas fechas donde lo hemos visto atravesando los Prados de la Nava del Rey, en la zona del cementerio de Valsaín o incluso sobrevolando y posados en el propio pueblo.

 
   
 

Abubilla (Upupa epops)

 
 

Abubilla (Upupa epops): Nidificante estival. La abubilla es uno de los pájaros característicos de los encinares españoles. Por lo que, en los Montes de Valsaín, sólo suele ser visto en las zonas adyacentes al cerro de Matabueyes, Cabeza de Gatos, Cabeza Grande. También puede ser vista en torno a los pueblos de La Granja y Valsaín, pues aprovecha en algunas ocasiones los muros de piedra de casas abandonadas para realizar sus puestas, aunque en la mayoría de los casos prefiere los huecos en los árboles en los que no realiza aportes de material. Aún así es un pájaro fácil de ver en estos montes, sobre todo atravesando las praderas con la ceba en el pico o emitiendo su característico sonido que da nombre a su apodo científico “upupu”. La abubilla es territorial y no es difícil ver las escaramuzas entre distintos individuos. Es conocida la famosa defensa de sus pollos expulsando excrementos con cierta puntería que curiosamente nunca hemos experimentado al asomarnos a sus nidos. Hemos encontrado plumas suyas bajo los nidos de águila calzada y azor. En ocasiones realiza dos puestas, creemos que su población está en ascenso.

 
   
   
 

 

Piciformes. Pájaros carpinteros.

 
 

Torcecuello eurosiático (Jynx torquilla)

 
 

 

Torcecuello euroasiático (Jynx torquilla): Estival y en paso, podría ser nidificante ocasional. El torcecuello es un ave escasa en los Montes de Valsaín. Su mimético plumaje, sus costumbres retraídas fuera de la época de celo, hacen que suela pasar desapercibido a nuestros ojos, siendo más patente en nuestros bosques en el paso otoñal. Sin embargo, es en la época reproductiva cuando su potente canto puede ser escuchado en algunas zonas del robledal o en las huertas cercanas al Real Sitio. Es un hormiguero que se posa en el suelo con cierta frecuencia para llenar su pico de hormigas, no construye agujero sino que utiliza uno hecho, expulsando muchas veces a sus moradores, si estos ya empezaron con la puesta y puede repetir de año en año. Su curioso nombre le viene de las extrañas posturas que adopta con su cuello cuando se siente amenazado. Si algún, intruso se asoma a su nido, lo más probable es que escuche el siseo de una serpiente que haga rápidamente abandonar el lugar, en realidad se trata de sus pollos, que utilizan este sonido como parte de su actitud defensiva. Es un ave difícil de ver, en general, nosotros la hemos visto varias veces en el límite del robledal que asciende a la cruz de la gallega y en la mata de Navalparaíso.

 
   
 

Pito Real (Picus  viridis)

 
 

Pito Real (Picus viridis): Sedentario y nidificante. El pito real es el pícido de mayor tamaño que encontramos en estos bosques. Es un ave común en los Montes de Valsaín, que localizamos casi siempre en el piso del robledal, aunque también suele moverse por el encinar, los jardines del Real Sitio de San Ildefonso o las praderas aledañas. Es un ave de costumbres retraídas que a menudo es más oída que vista, su relincho (recibe el apodo de relinchón) se puede escuchar a buena distancia y su vuelo ondulante perdiendo altura con el bonito color verde amarillento de su obispillo es lo que en la mayoría de las veces podemos observar, más que una buena visión del animal. Le hemos visto construir sus nidos en agujeros en pinos, rebollos y chopos temblones. Es bastante desconfiado y en seguida lanza su relincho en señal de alarma, cuando nos movemos cerca de su zona de nidificación.

 
   
 

Pico picapinos  (Dendrocopos major)

 
 

Pico picapinos (Dendrocopos major): Sedentario y nidificante. Es el pájaro carpintero más común de los Montes de Valsaín. Es bastante fácil advertir su característico sonido “check”, tampoco resulta difícil verlo martillear en primavera o perseguir a sus congéneres durante el celo. Es un ave presente en el robledal y el pinar, para criar realiza un perfecto orificio con su pico, que cambia de año en año y de puesta en puesta (pues no es anormal que realicen dos puestas al año) y que sirve de lugar de nidificación a numerosos pájaros como otros pícidos o páridos. Durante la época de cría es un gran depredador de nidos de otros pájaros llegando a especializarse en las puestas en cajas nido, que deben ser reforzadas con mallas metálicas o piezas de plástico duro para evitar su rotura y la consiguiente depredación, en algunas ocasiones con éxito, pese a estas medidas. Son presas de azores y águilas calzadas, como así atestiguan los restos encontrados a los pies de los nidos de estas rapaces, en especial, en la época en la que los pollos abandonan el nido, que es cuando son más vulnerables y confiados. Los jóvenes son inconfundibles pues presentan el píleo completamente rojo.

 
   
 

Pico menor (Dendrocopos minor):   Sedentario y nidificante. Es un pájaro escaso en los Montes de Valsaín, aunque probablemente sea más común de lo que nos pensamos a juzgar por la frecuencia de aparición de la especie en la Sierra de Guadarrama. Su pequeño tamaño, sus discretas costumbres y su querencia a moverse entre las ramillas más altas de los robles hacen que pase en su mayor desapercibido, sin embargo, su fuerte y característico reclamo hace que entonces nos fijemos en él.
Lo hemos visto en varias ocasiones en las matas, especialmente en los alrededores de la cola del embalse y en la mata de Navalparaíso. Tenemos constancia de su cría en los robledales de El Espinar, en algunas choperas de río Eresma y arroyos adyacentes y también hemos podido comprobar su cría dentro de las matas de Valsaín.
Utiliza un nido de picapinos, para la crianza, y suele ser muy discreto durante estas labores. Es un ave que creemos en aumento y que es más fácil de ver en el invierno donde parece que pueda haber aportes de otras aves en migraciones parciales dentro de la Península.

 
   
 

 

Podicipediformes. Zampullines y somormujos

 
 

Zampullín chico o común (Tachybaptus  ruficollis)

 
 

 

Zampullín común o chico (Tachybaptus ruficollis): Invernante y ejemplares en paso migratorio.  Se trata de un ave común en los Montes de Valsaín, aunque sus efectivos nunca son grandes y se encuentra restringido sólo al embalse del Pontón. Es un ave pequeña, oscura de tonos pardos, pico corto y cuerpo redondeado. En el invierno su plumaje se parece más al de los juveniles, presentando los tonos más apagados y la cara de un precioso color ante.  Su nombre común le viene sin duda de su afición a zambullirse en busca de pequeños pececillos, insectos acuáticos y moluscos, dando primero un pequeño salto, apareciendo posteriormente varios metros por delante en una inmersión que rara vez sobrepasa los 30 segundos. Es habitual la presencia de varios individuos durante el invierno y es un ave confiada que podremos ver sin dificultad. También emite un sonido muy característico consistente en un “bip-bip- bibibibibibib” muy agudo y tembloroso. 

 
   
 

Somormujo Lavanco (Podiceps cristatus): Invernante y en pasos migratorios. Es un ave común en los Montes de Valsaín, circunscrito al embalse del Pontón, durante la invernada, que suele mantener, siempre algún ejemplar. Es un ave grande de finísimo pico, rosado en el invierno, que presenta, en las fechas en que es común en Valsaín, un color pardo oscuro por el dorso y cabeza, que contrasta con el color blanquecino de la cara y el pecho. El somormujo lavanco se zambulle constantemente permaneciendo buen tiempo bajo el agua en ocasiones más de medio minuto, buscando los peces y los invertebrados acuáticos de los que se alimenta. Emite un sonido desagradable entre un graznido y un mugido “lkra-ooo”. Es una especie bastante fácil de detectar en el embalse durante el invierno, donde se mantiene casi siempre algún ejemplar.

 
   
 

 

Falacrocorácidos. Cormoranes.

 

Cormorán grande (Phalacrocorax Carbo): Invernante. Es un ave común durante la invernada en los Montes de Valsaín. Mantienen durante esta época una pequeña población situada en unos árboles secos junto a la orilla más cercana al puente de Segovia por el lado del Real Sitio. Es un pájaro grande, negruzco, con el vientre y cara blanca en los ejemplares inmaduros y con un pico largo y amarillento por la base. Es un ave muy fácil de ver en el embalse, pues continuamente hay ejemplares despegando o amerizando muy escandalosos. Así como otros secando sus plumas con las alas abiertas. El cormoran grande es un hábil pescador que captura peces zambulléndose en el agua a veces profundamente. En muchas ocasiones podemos ver dándoles la vuelta a los grandes peces antes de tragarlos. Por esta faceta de buen pescador es denostado por los pescadores que en algunos sitios ya han empezado a pedir que se les cace para así ejercer un control. Es un ave en expansión que ha ido colonizando poco a poco los humedales de interior llegándosele a ver incluso en ríos de la provincia (rio Moros) y también criando en algunos embalses de Extremadura, etc…
Durante la época de cría desaparecen de Valsaín, hacia otros lugares. Sería de nuestro agrado poder saber dónde crían estos ejemplares que aquí invernan.

 
   
 

 

Ciconiiformes. Garzas y cigueñas.

 
 

Garza Real (Ardea cinerea)

 
 

Garza Real (Ardea cinerea): Sedentaria, no nidificante. Es un ave común en los Montes de Valsaín, circunscrita al entorno del embalse y los ríos. Se trata de un ave fácilmente reconocible, por su forma de cigüeña,  su gran tamaño y su coloración gris en el dorso, más claro por el vientre y el cuello, así como su gran pico amarillento a modo de arpón. En vuelo es fácilmente reconocible por volar con el cuello recogido, al contrario que las cigüeñas que lo hacen con el estirado, y por llevar las alas algo recogidas con pesados aleteos a veces imitando a un murciélago. La hemos visto en Valsaín en el embalse, en el río Eresma en el entorno del robledal e incluso en el entorno del Pinar. La garza real, caza de manera lenta y silenciosa con las patas metidas en el agua, realizando continuas paradas para lanzar su pico, aprovechando su largo cuello, a modo de arpón, la hemos visto cazar así peces, anfibios, culebras de agua, etc.. También la hemos visto en alguna ocasión en los prados encharcados. La garza real es visible en estos montes en toda época del año, aunque durante la primavera suelen ser ejemplares jóvenes que no se reproducen. En la provincia de Segovia existen algunas (pocas) colonias de nidificación en el entorno del río Moros, el embalse de Linares, etc. La garza real emite un graznido muy desagradable cuando es molestada. Es un ave tímida y desconfiada que al advertir nuestra presencia sale volando sin dudarlo emitiendo su “fraark” característico. En los Montes de Valsain hemos visto ejemplares depredados por el visón americano en algunos arroyos.

 
   
 

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)

 
 

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia): Estival y nidificante. Se trata de un ave muy común en los Montes de Valsaín, encontrándose restringida al entorno humano. Se trata de un ave nada forestal, que suele alimentarse en los prados y campos de cultivo de los alrededores del monte y que escoge para nidificar, como todos sabemos, las cúpulas, los tejados y las torres, de iglesias, viejas construcciones, torretas de la luz o grandes árboles. Es un ave muy conocida pues hasta la gente menos conocedora de la fauna puede reconocer su plumaje blanco y negro. Es un ave que tiene un gran espectro alimenticio pudiendo alimentarse, de insectos, lombrices, anfibios, reptiles, roedores, etc. Suele cazar en grupos que van peinando los prados por lo que poco animales escapan a su voracidad. Su número ha aumentado considerablemente en las últimas fechas. En los Montes de Valsaín, se la puede encontrar en el entorno del Real Sitio, Valsaín y la Pradera de Navalhorno, ocupando, iglesias, campanarios, grandes árboles (cedros monumentales), chimeneas, etc…No conocemos ningún nido en una especie de árbol autóctono, como lo hace en las cercanías en el Soto de Revenga en sus viejos fresnos. Es un ave normalemente silenciosa, que realiza su crotoreo, que no es sino el ruido que hace con el pico, cuando llega al nido, realizando a la vez el característico saludo moviendo el cuello y la cabeza hacia atrás. La cigüeña es un ave migradora que suele ser fiel a su lugar de nacimiento para su posterior nidificación en la edad adulta, aunque cada vez hay más individuos que deciden quedarse durante el invierno (no en Valsaín), que pueden ir acabando con el famoso dicho de “Por San Blás la cigüeña…..”.

 
   
 

Cigüeña negra (Ciconia nigra): Estival, nidificante y en pasos migratorios. Se trata de un ave muy escasa en los Montes de Valsaín que apenas puede contar con una sola pareja. Cuando la hemos localizado siempre ha sido en el pinar, en el entorno del río Eresma y del arroyo del Telégrafo.  La cigüeña negra, es inconfundible, en un principio se pudiera pensar en que se trata de una cigüeña blanca, pero en seguida, su dorso oscuro con irisaciones metálicas, su pico y patas rojas y el anillo rojo alrededor del pico nos sacan de dudas. En vuelo, destacan sus alas negras y su vientre blanco. La cigüeña negra es un ave muy escasa en la provincia de Segovia, su población se estima entre 3 y 6 parejas nidificantes, puesto que debido a su carácter montaraz y retraído hacen que sea muy difícil encontrar sus nidos. Aquí se encuentra al límite septentrional de su distribución en la Península. No obstante en la provincia existen algunos puntos donde se puede ver con relativa facilidad durante los pasos de finales de Agosto y Septiembre.  Es, en estos pasos, cuando más fácil es tambien verla en los Montes de Valsaín, aunque pensamos que hay una pareja que puede nidificar intermitentemente en ellos. Es un ave generalmente silenciosa, aunque presenta más vocalizaciones que la blanca. Captura anfibios, peces, invertebrados acuáticos, micromamíferos, etc. Es un ave realmente difícil de ver en estos bosques.

 
   
 

 

Anseriformes. Gansos y patos.

 
 

Ánade azulón o real (Anas  platyrhynchos)

 
 

 

Ánade azulón o real (Anas platyrhynchos): Sedentario y nidificante. Se trata de un ave muy común en los Montes de Valsaín, restringida al entorno del embalse del Pontón. Se trata del pato más común y extendido, que prácticamente todos conocemos. Su cuerpo pardo, contrasta con su cuello y cabeza verdes con irisaciones, su cola oscura y unas plumas a los lados azules que presentan un dibujo llamado espéculo, que le da el nombre común de azulón. El plumaje de las hembras o el de los machos en verano es mucho más apagado, aunque siguen presentando el espéculo, que los distingue de otras especies de patos parecidas. Los anades reales son aves desconfiadas allí donde se cazan, más en el embalse del Pontón resultan muy confiadas. Aunque nidifican en escaso número para la cantidad de individuos que se ven, si hemos visto pollos de la especie siguiendo a los adultos. Aunque captura invertebrados y moluscos acuáticos, su dieta es principalmente vegetariana, compuesta por raices y brotes de plantas, que recolecta en tierra o en aguas someras. Su sonido es el característico “quarc” que atribuímos a los patos.  No es raro verlos deambular por el robledal alrededor del pantano, especialmente cuando está encharcado. Pueden hacer los nidos tanto en el suelo como en los árboles. Es el ave más común en el embalse, siendo realmente difícil dar una vuelta por sus alrededores sin ver ningún ejemplar.

 
   
 

Otros anseriformes comunes durante los pasos migratorios son:

  • Cerceta común (Anas crecca) : Paso otoñal mantiene individuos algunos años durante bastantes días.
  • Silbón europeo (Anas Penélope): Paso otoñal mantiene individuos algunos años durante algunos días.
  • Ánade Friso (Anas strepera): Paso otoñal, posibilidad de verlo algunos años.
  • Ánade Rabudo (Anas acuta): Paso otoñal, posibilidad de verlo algunos años.
  • Cuchara Europeo (Anas clypeata): Paso otoñal, posibilidad de verlo algunos años.
  • Porrón europeo (Aythya ferina): Paso otoñal, posibilidad de verlo algunos años.
  • Ansar común (Anser anser): Paso otoñal, posibilidad de verlo algunos años.
 
   
 

 

Citas de aves raras en los Montes de Valsaín:

  • Colimbo grande (Gavia inmer)º:  Embalse del Pontón. Del 13 al 21/01/97
  • Cerceta carretona (Anas querquedula)º: Embalse del Pontón.Grupo de 26 individuos (21 machos y 5 hembras). 13/03/2003.
  • Pato mandarín (Aix galericulata)º: Embalse del Pontón. 6 individuos (3 machos y 3 hembras). Observados en varias ocasiones (19.01.99-15.02.99)
  • Gaviota sombría (Larus fuscus)º: Embalse del Pontón. 3 individuos (22.11.02)
  • Fumarel común (Chlidonias Níger)º: Embalse del Pontón. 1 individuo en plumaje de verano. (19/04/99)
  • Aguja colinegra (Limosa limosa)º: Embalse del Pontón. 2 individuos (29/03/99)
  • Avoceta (Recurvirostra avosetta)º: Embalse del Pontón. 6 individuos (3/12/00)
  • Tarabilla norteña (Saxícola rubetra)º Macho y hembra observados en ladera este de Matabueyes. Posible nidificación (03/05/03)
  • Escribano cerillo (Emberiza citrinella)¹: Bajo Cabeza de Gatos. Con fuerte temporal de nieve y frío. (04/03/06)
  • Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) ²: Ejemplar inmaduro.Cerro de Matabueyes (19/05/2005).
  • Halcón de Eleonor (Falco Eleonorae) ³: 1 Ejemplar en el embalse de Puente Alta. (04/07/2009)
 
   
 

0. Observaciones de F. Heras (Extraído del libro Los Montes y el Valle de Valsaín. O.A. Parques Nacionales,(c) 2004)
1. Observación Honorio Iglesias García
2. Observación J.M. Velasco (Ardeola).
3. Observación Antonio Honorato e hijo.(AvesForum).

 
   
   
 

Buitre Leonado (Gyps fulvus)

 
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